
Cuando la marea sube y una ola logra entrar con fuerza dentro de estos túneles, arroja el aire comprimido por el hoyo. Es el momento mítico, que exalta a los nativos: “El Hoyo está soplando, silencio”.
Además, para medir el poder de esta presión, los turistas se divierten arrojando latas vacías de cerveza calculando el preciso momento de la expulsión de agua. Este lugar es muy divertido.